La Inteligencia Competitiva ayuda a minimizar los riesgos en las tomas de decisión y competir mejor en los entornos globalizados mediante la identificación de amenazas y oportunidades para las empresas con la antelación dando respuesta a preguntas clave como: ¿qué está haciendo tu competidor?, ¿en qué mercados está actuando?, ¿en qué tecnologías apalanca su actividad?, ¿quiénes son sus colaboradores tecnológicos?, etc.
La Vigilancia Tecnológica e Inteligencia Competitiva da a conocer de forma estructurada y clara las tendencias tecnológicas, detectar y analizar tecnologías emergentes, detectar oportunidades y amenazas tecnológicas, nuevas líneas de productos y tecnologías, benchmarking tecnológico o conocer los movimientos estratégicos de tu competencia directa y/o los líderes del mercado son factores de impacto directo en tu negocio que se postulan como claves y cuyo control dota a tu organización de una ventaja competitiva además de permitir reaccionar a tiempo ante cualquier amenaza creciente.